viernes, 26 de junio de 2020

Mi pequeña valiente

Empecé a escribir este relato el día de tu partida. Solo podía plasmar dolor, tu constante lucha, tu discapacidad, todo aquello que dejaste de poder hacer el 18 de agosto de 2012 cuando cambió tu vida. 2 veces el relato no se guardó y dejé de intentar transmitir como me sentía porque entendí que no era el momento. Yo no estaba lista para aceptar tu partida.
Han pasado 3 semanas y mi corazón me pide que vuelva a intentarlo. 
Sigo sintiendo tu vacío sobre mi barriga, tu lugar favorito. Lugar que tu hijo no se atreve a ocupar. Tus rincones siguen vacíos porque Tito también siente tu ausencia. Siempre aunque fuese contacto milímetro, siempre nos manteníamos unidas desde que una caída te cambió la vida. Cambió la tuya y la mía. Perra todo terreno se quedó relegada por su dueño en los brazos de una desconocida. BENDITO DÍA... Siempre se lo agradeceré. Pues contigo llego la demostración de lucha, coraje, amorrrrr con todas las letras. Esa alegría con la que me recibías, esa forma tan simpática que tenías de defenderme. Más de un chasquidito metiste.... 
Y las personas tan maravillosas que conocí gracias a tu parálisis.
Tantas cosas buenas.... Me diste tantas cosas buenas... 
Me preguntaron si no estaba mejor ahora que no tenía que hacer mi vida entorno a tus necesidades y yo solo puedo decir que firmaría sin pensarlo ni un instante, por otros 8 años contigo. Con tu fisio, con tu hidroterapia, tus medicinas, tus atenciones especiales.. Pues todo eso es insignificante comparado con el amor que me has dado. Mi pollito chico, te echo muchísimo de menos, pero soy feliz por haber podido compartir mi vida contigo. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario