sábado, 11 de julio de 2020

Amistad

Y me desperté un día y me di cuenta que se me había olvidado por qué me enfadé contigo, por qué decidí echarte de mi vida. Entonces me asaltaron las dudas sobre si tu sentirías lo mismo. Hicieron falta 10 meses y muchas pruebas en el camino hasta que decidí que ya era hora de decirte hola. Y volvieron los recuerdos, tantos buenos ratos que pasamos juntas... Buenos y malos ratos que nos hicieron más que amigas, hermanas o madre e hija (no te enfades, te lo digo con cariño y sin acritud jajaja).
Después de cinco años nos hemos visto y ha sido muy bonito. Hemos cambiado, cinco años dan para eso y para más, pero ha sido como si no hubieran pasado. Ahora estoy en casa recordando lo bien que nos lo pasabamos, alguna que otra locura que hicimos y tantos buenos momentos. Mira que éramos capaces de pasarlo de escándalo. No creo que haya muchas amigas que después de una noche de carnaval se desayunan pimientos, chorizos y huevos fritos... Sin remordimiento alguno. 

Ya no creo que no soy lo suficientemente inteligente para jugar al trivial, ya no me invento excusas para no ir a la playa con el grupo porque sentía que molestaba. Cuanto más me ligaba al trabajo, más sentía que te abandonaba. El sentimiento de culpabilidad por no ir al Jamaica por las tardes me ahogaba, pero yo tenía que demostrar que podía con todo.. Con mi trabajo, con lo perra paralítica, con mis amigos, mi familia. Complacer y cumplir con todos era mi misión. 

El temor a ser rechazada o a no ser lo que los demás esperan de mí, hace algún que otro sufrimiento que murieron y tengo la certeza total que si te apetece formar parte de mi vida será porque tu siempre me quisiste y aceptaste como soy. 
INTENSA y única. 
Te quiero mucho Maria Pía 💜💜💜

No hay comentarios:

Publicar un comentario